Síndrome de Asperger: estrategias claves para ayudar a los niños a entender mejor el mundo

Síndrome de Asperger: estrategias claves para ayudar a los niños a entender mejor el mundo

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) se estima que en todo el mundo uno de cada 160 niños tiene Síndrome de Asperger o Trastorno del Espectro Autista (TEA). Especialistas de DIM CENTROS DE SALUD comparten algunas estrategias útiles que pueden ayudar a los niños y su familia a desenvolverse en el mundo.

Oficialmente el nombre del síndrome de Asperger ha cambiado.  Actualmente esta condición se le conoce como Trastorno del Espectro Autista (TEA), un trastorno que está relacionado con el desarrollo del cerebro y afecta la forma en que una persona percibe y socializa con los demás, causando problemas en la interacción social y la comunicación.

“El Síndrome de Asperger es una condición del neurodesarrollo, una variación del desarrollo que acompaña a las personas durante toda la vida. Influye en la forma en que éstas dan sentido al mundo, procesan la información y se relacionan con los otros”, explicó la Dra. Daniela Sosa, neuróloga de DIM CENTROS DE SALUD.

La especialista indicó que aunque se desconoce su causa, un consenso entre la comunidad científica afirma que puede ser de orden neurobiológico. Esta condición tiene una mayor incidencia en varones que en mujeres. “Hay una aceptación universal acerca de que el síndrome no se produce por problemas afectivos ni por el tipo de educación recibida. En las mujeres se manifiesta de una manera más sutil y encubierta. Con anterioridad fue incluido entre los Trastornos Generalizados del Desarrollo (TGD) y en el presente se encuentra incorporado dentro de los Trastornos del Espectro Autista (TEA)”.

Las características y principales áreas afectadas del síndrome en los primeros años de manifestarse son: la interacción social;  la comunicación; preocupaciones y rangos estrechos de intereses; las rutinas repetitivas, los rituales e inflexibilidad.

Estrategias útiles para ayudar al niño a entender mejor al mundo

  1. Utilice un lenguaje simple, a un nivel que puedan entender.
  2. Utilice instrucciones sencillas. Para los trabajos complicados se hacen listas o dibujos.
  3. Intentar conseguir la confirmación de que entienden de lo que usted está hablando o preguntando, no se conforme con la respuesta Sí o No que habitualmente proporcionan.
  4. Explicar por qué debe mirarle cuando se les habla, darles ánimo, proporcionar alabanzas para cualquier logro, especialmente cuando utilizan espontáneamente una habilidad social.
  5. En algunos jóvenes que aparentan no escuchar cuando se les habla, el acto de “cantar” sus palabras puede tener un efecto beneficioso.
  6. Limitar cualquier opción a dos o tres ítems.
  7. Limitar su tiempo para los “intereses especiales” a fracciones diarias de tiempo siempre que sea posible.
  8. Practicar la “Toma de Turnos” en la mayor cantidad posible de actividades 
  9. Prepararse de antemano para cualquier cambio y proporcione índices de alerta cuando desee que termine una tarea. Ej.: “Cuando termines de colorear esto, saldremos de compras”.
  10. Intentar introducir una cierta flexibilidad en su rutina. Si aprenden temprano que las cosas cambian y, a menudo sin aviso, eso puede ayudar.
  11. Intentar identificar los “disparadores de la tensión”, evítese si es posible, esté preparado para distraerles con alguna alternativa, por ejemplo “Ven a ver esto…” etc.
  12. Encontrar una manera de hacer frente a problemas del comportamiento. Quizá, restándole importancia si no es demasiado grave o dándole un abrazo a veces puede ayudar.
  13. Las promesas y las advertencias que le haga deberán ser respetadas, así que trate de no hacerlas a la ligera.
  14. Enseñar  algunas estrategias para hacer frente a situaciones difíciles.
  15. Desde temprano enseñe  la diferencia entre los lugares privados y públicos y las acciones, de modo que él pueda desarrollar estrategias para hacer frente a reglas sociales complejas más adelante en su vida.
  16. Déjeles saber que usted les ama y que está orgulloso de ellos.
  17. Recuerde, ellos son niños/as como el resto. Ellos tienen sus propias personalidades, capacidades, tienen gustos y aversiones, sólo necesitan ayuda, paciencia y comprensión de quienes les rodean.

Por la Dra. Daniela Sosa
Especialista en neurología de DIM CENTROS DE SALUD
MN: 151795 – MP: 337838

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