Farmacéuticos marcharon y presentaron un amparo contra la venta de medicamentos en kioscos
Desde la Confederación Farmacéutica Argentina consideran que las nuevas medidas del Gobierno de Javier Milei llevan a la “destrucción a la profesión farmacéutica” y ponen en “extrema vulnerabilidad la salud de los argentinos”. Profesionales y estudiantes universitarios acompañaron la marcha “en defensa de la salud pública”. (Télam)
Profesionales farmacéuticos y estudiantes universitarios se convocaron este viernes frente al Palacio de Tribunales “en defensa de la salud pública, de la profesión, de la salud y de la posibilidad de la gente de acceder a medicamentos” mientras las entidades afines presentaron un amparo contra los cambios introducidos por el decreto de necesidad y urgencia (DNU) 70/2023 que admite la venta libre de medicamentos en kioscos y otros lugares.
Las farmacias agrupadas en la Confederación Farmacéutica Argentina (COFA) bajaron sus persianas entre las 12 y las 13 de este viernes, en una acción que acompañó la presentación de un recurso de amparo ante la justicia contra el DNU 70/2023.
La titular del Colegio de Farmacéuticos bonaerense, Alejandra Gómez, expresó su preocupación en referencia a los cambios introducidos por el DNU que admite la venta libre de medicamentos en kioscos y otros lugares.
“No deja de ser un medicamento y usarlo mal trae consecuencias; no es algo menor”, aseveró.
“Hoy las entidades que nos representan a nivel nacional, presentan un amparo en la Justicia por todo lo referido al DNU sobre la profesión farmacéutica”, sostuvo Gómez en relación a la presentación que el sector realizó en el Palacio de Tribunales, acompañada por una concentración y un cese de actividades en farmacias de todo el país.
Tras aclarar que esta situación ya se vivió en los años 90′, Gómez afirmó: “Un medicamento de venta libre no deja de ser un medicamento, usarlo mal trae consecuencias, y no es algo menor ni para tratar con liviandad”.
“Trajo consecuencias y con el tiempo se fue corrigiendo, llevó al comercio de productos falsificados, se vio mayor riesgo en hospitales por el uso irracional de ciertos medicamentos y cuando no hay un farmacéutico, no hay control ni nadie que se haga responsable y se pueden tomar productos que interaccionen con algo que se está tomando o que puedan ocasionar algún mal”, explicó.
Gómez se refirió así a una de las modificaciones de la ley 17.565 que habilita el DNU 70/2023, el cual elimina la exigencia de que “los medicamentos denominados de venta libre y de especialidades farmacéuticas, cualquiera sea su condición de expendio, sólo podrán ser efectuadas en todo el territorio de la Nación, en farmacias habilitadas”.
También deja afuera el texto que especificaba que “los medicamentos denominados de venta libre deberán ser dispensados personalmente en mostrador por farmacéuticos o personas autorizadas para el expendio”, indicó la COFA.
La medida dictada por el Gobierno deja sin efecto lo que establecía la ley, que determinaba que “la venta y despacho fuera de estos establecimientos se considera ejercicio ilegal de la farmacia y, sin perjuicio de las sanciones establecidas por ley, los que la efectúen podrán ser denunciados por infracción al Código Penal”.
Según aclaró Gómez, ante una falla de medicamentos “a través del Colegio de Farmacéuticos se decide retirar de todas las farmacias inmediatamente y eso -ahora- no podría hacerse”.
“Estamos hablando de que se podrían vender en cualquier lugar sin ningún tipo de cuidado, sin saber su procedencia, sin tener constancia del vencimiento, especialmente cuando se compran blisters”, advirtió.
La concentración comenzó en la Plaza Lavalle, enfrente de los Tribunales, donde se leyó un documento, los profesionales marcharon alrededor de la manzana y entregaron a la justicia el escrito contra los cambios introducidos por el decreto de necesidad y urgencia (DNU).
Mónica Andrea Fernández, farmacéutica de la provincia de Buenos Aires del colegio del Partido Moreno, dijo a Télam que la convocatoria es en “defensa de la salud pública, de la profesión farmacéutica, de la salud de la gente, y la posibilidad de tener acceso a medicamentos”.
“Nos convoca la salud de la gente y sobre todo nuestra profesión y salud pública, que es lo más importante, que es lo que se está avasallando en este DNU”, agregó en diálogo con esta agencia, y explicó que el DNU “también afecta la fuente de trabajo, así que esperamos que se revierta”.
Gabriel Blanco, presidente de la filial La Matanza del Colegio de Farmacéuticos de la Provincia de Buenos Aires, agregó que “la convocatoria es porque este DNU del presidente Milei nos limpia de un plumazo como profesionales, y sin ningún motivo. No competimos, no formamos precios, trabajamos en nuestra profesión y nos limpian de un plumazo como profesionales”, reiteró.
Luego, Blanco advirtió que “los farmacéuticos y las farmacias somos el primer eslabón de una cadena sanitaria. Cuando la gente no llega al médico, lo primero que hacen es ir a la farmacia donde los atendemos y aconsejamos. Por eso creemos que el medicamento es un bien social, y digamos que sacarlo de la farmacia es un peligro para la población. No pasa en ningún lugar del mundo, es insólito”, consideró.
Sheila, quien se presentó como consejera del Centro de Estudiantes de Farmacia y Bioquímica de la UBA, dijo que la marcha es en “rechazo al DNU que atenta contra la carrera y nuestro rol profesional como farmacéuticos”.
Próxima a una pancarta en la que se leía la consigna “la salud no se vende” recordó que “ayer, en la Facultad hubo una sesión extraordinaria en donde todo el Consejo Directivo emitió un comunicado de rechazo al DNU porque atenta contra la salud pública y contra las farmacias de barrio”.
“Nosotros, como estudiantes, lo vamos a repudiar y por eso vinimos a esta movilización y apoyaremos todas las movilizaciones que haya porque es nuestro lugar y por nuestro futuro”, dijo.
Por último, recalcó su expectativa de “lograr algo, que este amparo se concrete y que finalmente se frenen estas medidas con las que no estamos para nada de acuerdo”.
Detalles de las modificaciones
El DNU 70/2023, mediante la modificación de la ley 17.565, elimina la exigencia de que “los medicamentos denominados de venta libre y de especialidades farmacéuticas, cualquiera sea su condición de expendio, sólo podrán ser efectuadas en todo el territorio de la Nación, en farmacias habilitadas“.
También deja afuera el texto que especificaba que “los medicamentos denominados de venta libre deberán ser dispensados personalmente en mostrador por farmacéuticos o personas autorizadas para el expendio”, indicó la COFA.
A su vez, la medida dictada por el Gobierno deja sin efecto lo que establecía la ley, que determinaba que “la venta y despacho fuera de estos establecimientos se considera ejercicio ilegal de la farmacia y, sin perjuicio de las sanciones establecidas por la ley, los que la efectúen podrán ser denunciados por infracción al Código Penal”.
“También lleva al fin de las farmacias que están en los barrios más alejados, en los pueblos, beneficiando a las cadenas que se concentran en los grandes centros urbanos”, detalló COFA.
Además, advirtió que, con estas medidas, “los medicamentos no van a bajar de precio, porque el precio lo fijan los laboratorios, no las farmacias”, pero “lo que sí va a suceder es que se pone en extrema vulnerabilidad la salud de los argentinos quitando controles sanitarios sobre los medicamentos”.
“Si hay desvíos en la calidad, problemas de fabricación, adulteración o falsificación, no va a haber forma de detectarlo oportunamente ni de retirar esos productos del mercado”, destacó.
“Los farmacéuticos somos imprescindibles, sobre todo hoy, en un contexto de crisis del sistema sanitario, cada vez con mayor demanda de atención. Brindamos servicios fundamentales como el control de la presión, aplicación de vacunas, de inyectables, curaciones, manejo de la medicación”, concluyó COFA.