Victoria Donda declaró en el juicio por su apropiación y pidió a su tío saber dónde están sus padres
La extitular del Inadi y nieta restituida Victoria Donda declaró hoy en la causa en la que se encuentra imputado como coautor por su apropiación su tío paterno y exintegrante del grupo de tareas 3.3.2 de la Esma, Adolfo Miguel Donda Tigel, a quien le pidió “saber su fecha de nacimiento” y el paradero de sus padres. (Télam)
“A mí me interesa saber dos cosas: quiero saber mi fecha de nacimiento porque estoy segura que él (Donda Tigel) la sabe, y saber en qué fosa lo tiraron a mi papá para poder llevar sus huesos, sus cenizas, a algún lugar y poder dejarle una flor”, inquirió Donda Pérez dirigiéndose a su tío conectado vía Zoom.
Donda testimonió a partir de las 10.15 ante el Tribunal Oral Federal (TOF) 6 de CABA, integrado por los jueces Ricardo Basilico, Daniel Obligado y Gabriela López Iñíguez, en una declaración que se extendió por más de una hora y en la que la actual funcionaria bonaerense contó lo que pudo reconstruir sobre el secuestro de sus padres, el parto en cautiverio de su madre en la Esma y el largo recorrido que la llevaría a restituir su identidad en octubre de 2004.
Los padres de Donda, María Hilda “Cori” Pérez y José Laureano Donda, formaban parte de la organización Montoneros y tenían una niña, Eva Daniela, de cinco meses, que estaba en ese momento al cuidado de su abuela materna.
“Cori” fue secuestrada embarazada de cinco meses en la zona oeste del conurbano el 28 de marzo de 1977; luego fue vista en la Comisaría 3° de Castelar y en agosto de ese año fue trasladada a la ESMA, donde dio a luz a una niña a la que llamó Victoria en un parto asistido por el médico militar Jorge Luis Magnacco.
Sobre el día del secuestro, Donda pudo reconstruir a través de los testimonios de testigos y vecinos que su madre intentó escapar y que en la corrida perdió un zapato, que José Laureano -su padre- encontraría tirado en el piso horas más tarde, por lo que comenzó enseguida una búsqueda desesperada por encontrarla.
El padre de Victoria, hermano diez años menor del imputado Donda Tigel, fue secuestrado en mayo de 1977 y permanece desaparecido, al igual que “Cori”.
Durante su declaración, la actual subsecretaria de Análisis y Seguimiento Político Estratégico de la provincia de Buenos Aires leyó en voz alta una carta escrita “de puño y letra” por su padre y dirigida a su abuela paterna, a la que le expresaba el cariño que sentía por ella.
En esa nota, José Laureano agradecía todo lo que le habían enseñado “en cuanto al sacrificio, humildad y rectitud de principios, que ha sido siempre el desarrollo del marco familiar que me ha permitido ver cuál es el único modo de asumir la vida”.
“Ese modo es la lucha, esa lucha es por la familia, porque en definitiva, la patria y el pueblo son la suma de las familias de nuestra tierra. La construcción de una familia nueva, de un hombre nuevo, de una sociedad nueva es nuestro objetivo”, fueron las palabras de José que Victoria leyó ante el Tribunal.
Ese fue uno de los últimos contactos que José Laureano pudo establecer con su familia junto a un llamado telefónico a su madre.
“Esta es la voz de mi papá, que tenía 21 años cuando lo secuestraron durante la dictadura de la cual participó su hermano. Hermano que en 1972 informó a sus superiores, sabiendo los riesgos, la ideología de su hermano menor para ganarse su confianza”, relató Victoria.
Y al referirse a su tío Adolfo Donda Tigel, agregó: “Seguramente ganó esa confianza y consiguió lugares importantes dentro de las fuerzas”.
Asimismo, Victoria contó otro antecedente “para complementar el perfil y carácter” de Donda Tigel, y entonces dijo que el exoficial de la Armada reveló en una cámara oculta del programa Telenoche Investiga que él era uno de los autores del libro de instrucción para interrogatorios de la policía bonaerense.
En ese instructivo se explica que “a un detenido no se lo puede interrogar dándole una taza de café sino que hay que darle ‘maquina’ (por la picana eléctrica) y hacer lo que hay que hacer”.
En otro tramo de su declaración, Victoria hizo alusión a una conversación que mantuvieron su abuela materna Leontina con el represor Donda Tigel para pedirle que la ayude a buscarlos y él le contestó que Cori y José “sabían lo que les iba a pasar, que él les había ofrecido ayudarlos para que se vayan pero que ellos se negaron a sabiendas de lo que podía ocurrirles”.
Respecto al traslado de su madre a la Esma y a cómo transitó su embarazo, Victoria contó que gracias a la reconstrucción que hizo con compañeros de cautiverio de “Cori” se enteró de que cuando empezó con el trabajo de parto pidió que una compañera la ayudara; entonces la llevaron a la salita de embarazadas y dio a luz sobre una mesa, por parto natural.
“Mi mamá se arrancó el suero, saltó de donde estaba, me abrazó y me puso Victoria”, repasó Donda sobre los primeros instantes de su vida y de su nacimiento en el centro clandestino de detención de la Armada, datos que pudo obtener a partir del testimonio de la sobreviviente de la Esma Lidia Vieira, que asistió a “Cori” durante el parto.
Mientras estaba en la pieza de las embarazadas de la ESMA, “Cori” había recibido la visita de un marino; a sus compañeras de cautiverio llegó a decirles que se trataba de su cuñado y lo identificó por el nombre y apellido: Adolfo Donda.
“Pude hablar con casi todos los sobrevivientes que estuvieron con mi mamá y gracias a ellos y sus recuerdos, y al de compañeros y compañeras que militaron y la conocieron, pude reconstruir el recuerdo de mi madre, a quien no pude conocer porque había quienes se creían dueños de la vida y de la muerte de personas que creían en un país distinto”, expresó la funcionaria e hija de desaparecidos.
Victoria fue apropiada por el prefecto Juan Antonio Azic, quien integró junto a Donda Tigel los grupos de tareas que operaban desde la ESMA.
Cuando nació su sobrina, Donda Tigel no se encontraba entre los represores que actuaban en la Esma aunque sí era visto en algunas oportunidades.
Sin embargo, en 1978 Donda Tigel fue asignado al casino de oficiales de la ESMA, donde llegó a estar a cargo de la jefatura de Operaciones y de la inteligencia táctica de esa unidad de la Armada.
“Usted goza de todas las garantías del sistema democrático y de derecho que está siendo amenazado por algunas semillas que dejaron en este pueblo, pero estos juicios sirven para que esas semillas se sequen y no den frutos”, le expresó Victoria a su tío, quien la escuchaba con la cabeza gacha conectado por videconferencia.
Asimismo, Victoria le advirtió que de llegar a ser beneficiado con salidas transitorias “cada vez que salga a la calle sepa que las tiene gracias a nosotros, que peleamos por la libertad y la democracia, gracias a su hermano menor, a quien dejó que lo maten, desaparezcan y a quien hoy no pueden llevarle una flor ni sus nietos ni su nieta”.
“Recuerde que esa libertad también la tiene gracias a esa mujer a quien vio con grilletes y embarazada pidiéndole por favor que me lleve con mi abuela”, sostuvo Victoria mientras anudaba un pañuelo blanco alrededor de su cuello.
Y para finalizar, subrayó: “Lo único que quiero saber es donde están (“Cori” y José Laureano). Rompan el pacto de silencio. Se sirvieron del Estado para delinquir con los peores delitos que la humanidad conoció y por los que hoy están siendo juzgados”.
Por su parte, durante una ampliación de su declaración indagatoria el exmarino Donda Tigel reiteró que desconoce el paradero de su hermano menor y de su nuera, que no conoció la señalada “habitación de embarazadas” y afirmó que tras haber pedido información sobre su hermano José no tuvo respuestas.
“Estoy a disposición tuya, no sé dónde está mi hermano, no sé dónde está mi cuñada y a mí también me interesaría saber el destino de los dos”, declaró el imputado.
Además, Donda Tigel sostuvo que él no tuvo contacto con su hermano antes de que fuera secuestrado, ni recibió ningún tipo de pedido de ayuda de su parte.
Insistió luego en él “no podía hacer nada” por José Laureano y dijo que llegó a preguntarle a un compañero de “su confianza” si sabía algo sobre su hermano pero no obtuvo información.
Tras tres horas de audiencia, el TOF 6 procedió a dar lugar a un cuarto intermedio hasta el lunes 20 de marzo a las 10, fecha en que se reanudará el juicio.